Jehová es mi perfume,
su esencia nunca se desvanecerá.
En suaves arenas su sol me bronceará.
En el Spa de su gracia me relajará.
Harás para mí la mejor canción,
en el camino al gimnasio me cuidarás.
En "aquellos días" serás el único que me entenderá.
Serás el hombro donde me desahogue,
me regalas chocolate cuando otros me entristecen.
En verdad seré la princesa y tú mi príncipe azul,
y viviremos en el castillo encantado para siempre.
(Por Marcela, Mónica, Shika y Mai.)
El Salmo de la Mujer
22 abril 2009 | Publicadas por test a las 12:01 a. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario